Churen-ji
Guía Michelin
La opinión de la Guía Michelin
Este templo erigido en el s. IX es visitado ante todo por su momia: la del monje Tetsumonkai Shonin (1768-1829), que se momificó en vida de tanto ayunar y someterse a prácticas ascéticas. Otra curiosidad de Churen-ji, sus techos artesonados pintados en los años 80. Éstos se leen como mangas, pero son en realidad encantamientos destinados a proteger la techumbre del fuego. Estas obras de arte, de una audacia y una modernidad sorprendentes, fueron realizadas por los pintores Atsushi y Kubo. Magnífica campana de madera colgada en la entrada.
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