Los zocos, parcialmente cubiertos con techos de obra, emparrado o cañizo, son la parte de Taza que mejor ha conservado su carácter de ciudad bereber. Destacan las esteras y alfombras fabricadas en las montañas vecinas por la tribu de los Beni Uarain. Girando a la derecha, una vez pasada la mezquita del Mercado, se entra en la alcaicería (mercado cubierto).