El mausoleo de Centcelles es un edificio de planta cuadrada y volúmenes muy marcados ocupado en su interior por una amplia estancia circular coronada por una cúpula de 11 m de diámetro. Se supone que esta monumental construcción fue la tumba del emperador Constante, hijo de Constantino el Grande. Dicha función explicaría su importante tamaño y la calidad y extraordinaria belleza de sus mosaicos, que, aunque incompletos, constituyen los primeros ejemplos de arte funerario del cristianismo.