La opinión de la Guía Michelin
Figura ineludible de la pintura húngara del s. XX, Vajda Lajos quería hacerse pintor de iconos en el monte Athos para "crear una obra eterna e intentar hacer visible lo invisible". Su estancia parisina de 1930 a 1934 le marcó profundamente: los iconos ortodoxos, el cubismo, el constructivismo ruso, el surrealismo, el arte abstracto. Durante el apogeo del nazismo y del estalinismo plasmó la negrura del alma humana o de la naturaleza en unos cuadros oscuros e inquietantes o en sus autorretratos de corte místico.