La opinión de la Guía Michelin
En plena campiña silesiana, esta iglesia de planta cruciforme declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco se empezó a construir en 1656. Observe sus laterales flanqueados por pórticos y ábsides. El edificio surge en medio de un cementerio de tumbas centenarias y tiene capacidad para 7.500 personas, 3.000 de ellas en las dos plantas de galerías con balaustradas repletas de epitafios. Consagrada a la Santísima Trinidad, posee un gran altar instalado en 1752 y un púlpito, ambos barrocos.