La mole de este castillo del s. XIII ubicado sobre un promontorio resulta impresionante. No es fácil llegar hasta arriba, pero las vistas de los volcanes de Tapolca y de los montes Bacón merecen realmente hacer un esfuerzo. Una vez llegado a lo alto, puede visitar también la exposición de muebles, armas y armaduras. En la ciudad destacan los frescos de la iglesia parroquial (Római katolikus plébaniatemplom), realizados por el pintor austriaco Franz Anton Maulbertsch en el s. XVIII.