El Wat Sa Sri ofrece una imagen encantadora; la elegancia de sus proporciones, junto con la belleza del lugar, dan muestra de la preocupación por la estética de los constructores. Después de atravesar la pasarela de madera, un estilizado Buda que camina, que simboliza la enseñanza, parece dar la bienvenida al visitante. Tomando a la derecha disfrutará de una bonita vista del conjunto con las seis filas de columnas del santuario principal enmarcando un gran Buda de estuco, bien restaurado, y un gran chedi que cierra la perspectiva gracias a su cúpula en forma de campana, de influencia cingalesa.