De noche, los magníficos fuegos de artificio naturales del Stromboli dejan una huella imborrable (de día las erupciones tienen tonalidades más bien grises). Éste es quizá el mejor momento para apreciar los diferentes aspectos del volcán, el impresionante río de lava solidificada que surca su flanco (la Sciara del Fuoco, lecho que toma la lava en cada erupción) y las erupciones que se suceden con una asombrosa regularidad proyectando lapilli incandescente sobre la negrura del cielo.