Lincoln fue asesinado por John Wilkes Booth el 14 de abril de 1865, durante una representación en el Teatro Ford de Washington, DC. La rendición del General Robert E. Lee ante Ulysses S. Grant en Appomattox, Virginia, se había producido cinco días antes. De vuelta a la ciudad a la que Lincoln llamó una vez su casa, 75.000 personas desfilaron ante el ataúd del Presidente en el Antiguo Capitolio de Springfield. En la actualidad, el hombre que se convirtió en mito está enterrado en el Monumento Histórico Estatal Tumba de Lincoln.