Un toque francés en pleno corazón de Shanghai: esta ópera, inaugurada en 1998, fue proyectada por el arquitecto Jean-Marie Charpentier, y su inmenso telón lo debemos al pintor Olivier Debré. La arquitectura pretende rendir homenaje a la Tieera y al Cosmos, de ahí la maciza base cuadrada (en China el cuadrado simboliza nuestro planeta) y la esbelta cúpula (el círculo representa el cielo). Hay que verla iluminada por la noche.