Antigua residencia (1924) de la familia Kadoorie, el palacio de los Niños fue construido con el mayor de los lujos: el famoso salón de baile (comúnmente llamado Marble Hall), recubierto de estucos, recibe su nombre inglés por las dos enormes chimeneas de mármol italiano. Las habitaciones se sitúan en el primer piso. El palacio estuvo abandonado durante varios años tras la huída de la familia a Hong Kong, y más tarde fue elegido (1953) por Song Qinging para servir como espacio dedicado a las actividades deportivas y creativas de los niños pobres de la ciudad.