Sobre una colina al este de la ciudad antigua, se levantan tres templos, uno de ellos reconstruido en 1957: se trata del templo E, antiguamente consagrado a Hera, que se remonta al s. V a.C. El templo F, completamente en ruinas, probablemente estaba dedicado a Atenea. En cuanto al templo G, de dimensiones colosales (las columnas medían más de 16 m de alto), dedicado sin duda a Apolo, no es más que un montón de ruinas en el suelo.