La opinión de la Guía Michelin
Desde esta maravillosa plaza-mirador se descubre una magnífica panorámica del mar y del puerto. Es el lugar al que se viene para tomar un café o dar una passeggiata mientras se saborea un helado después de la cena. Delimitada al oeste por la iglesia de Santo Domingo, al otro lado comunica con el Corso Vittorio Emanuele.