Este museo acondicionado en la mansión renacentista de Sanok, construida en el emplazamiento de una antigua fortaleza rutena, expone distribuida en varios niveles una colección de iconos casi sin parangón en Polonia. Sus casi 300 obras permiten hacerse una idea de lo que fue la producción de iconos entre los ss. XV y XVIII y percibir la importancia artística y litúrgica del icono en los cultos católicos orientales. La última planta acoge una exposición dedicada a Zdzisław Beksiński, pintor de fama mundial nacido en Sanok y asesinado en Varsovia en 2005.