La opinión de la Guía Michelin
La iglesia de los franciscanos ofrece el sorprendente contraste existente entre su nave románica, cubierta en una penumbra propicia para el recogimiento y el misterio, y su presbiterio gótico flamígero inundado de luz. Los pilares macizos de la nave, consagrada en 1223, con capiteles decorados a base de hojarasca y animales estilizados, preceden a las columnas que se abren en forma de palmera y a la bóveda estrellada del presbiterio acabado en 1460. Un imponente retablo barroco domina el altar mayor.