Este palacio fue construido en 1539 para el tercer conde de Monterrey. Los planos del edificio, diseñado según el modelo de los alcázares reales, es obra de dos grandes nombres de la arquitectura salmantina del s. XVI: Rodrigo Gil de Hontañón y Martín de Santiago. Los diferentes elementos decorativos y ornamentales -galería y logias a la italiana de la última planta, balaustrada de remate ornada de trofeos y pináculos, chimeneas y torres, blasones- están tratados con gran exigencia estética, convirtiendo al palacio en uno de los máximos exponentes del plateresco.