Dominada por la torre Cabot, terminada en 1878 para conmemorar el cuarto centenario de la visita de Juan Caboto a Terranova, Signal Hill y sus acantilados constituyen un magnífico mirador natural desde el que contemplar la ciudad y sus alrededores. A pesar de su evidente valor estratégico, la colina de Signal tuvo que esperar las guerras napoleónicas (1803-1815) para ser debidamente fortificada. Tradicionalmente utilizada para prevenir de la llegada de barcos enemigos, la colina sirvió más tarde para alertar a los comerciantes de la llegada de su flota. En 1901 la colina de Signal fue elegida por Guglielmo Marconi para probar -con éxito- que las señales de radio podían transmitirse a largas distancias mediante ondas electromagnéticas. En verano estudiantes vestidos con uniformes del s. XIX del Regimiento Real de Terranova vienen a realizar un desfile militar (el tattoo), al sonido de los pífanos y tambores. La oficina de información cuenta con una exposición dedicada a Terranova y al desarrollo de San Juan.