Construida en 1813 para proteger la ciudad, esta torre defensiva hoy catalogada como monumento histórico nacional se utilizó también en el s. XIX y durante las dos guerras mundiales. En el transcurso de la segunda se le añadió una estructura de dos pisos de metal y acero para albergar el puesto de mando de la defensa antiaérea de Saint John. En el interior puede verse una muestra dedicada a la historia militar. La torre ofrece una excelente vista panorámica de la ciudad, del puerto, de los muelles, de la terminal ferroviaria y del espigón de la isla Partridge.