La opinión de la Guía Michelin
La iglesia de San Joaquín (1779) reemplaza la que los ingleses derribaron en 1685 durante la Conquista. En su interior, obra de François y Thomas Baillairgé (1815-1825) destacan los magníficos bajorrelieves dorados del presbiterio y los grandes paneles tallados representando a la Fe y a la Religión a ambos lados del santuario. El cuadro del altar, San Joaquín y la Virgen (1779), es una de las pocas obras que se conocen del abad Antoine Aide-Crequy.