Ceñida desde hace siglos por una red de fuertes y fortificaciones, la isla de Alderney (Aurigny en francés) es la más septentrional del archipiélago Anglonormando. Esta amplia meseta barrida por los vientos y tachonada en primavera de retamas, brezos y mayas tiene una extensión aproximada de 8 km2. Rodeada de arrecifes, al sur está bordeada por acantilados. Los aficionados al baño preferirán los magníficos parajes de las bahías de Braye, Clonque y Télégraphe.