Es uno de los primeros edificios cubistas de Praga, y seguramente el más bonito. Levantada en 1912 según un proyecto de Josef Gočár para albergar unos grandes almacenes, destaca por su rotunda modernidad. Su elaborada fachada integra el vidrio con profusión. Los detalles de estilo cubista (puerta, barandas del balcón, ventanas) rematan el audaz efecto del conjunto. La estatua de la Virgen Negra se encuentra en una de las esquinas.