La opinión de la Guía Michelin
Esta amplia basílica paleocristiana (543-554) mezcla el legado romano con las influencias bizantinas. Sus tres naves están separadas por dos hileras de arquerías sustentadas por columnas de mármol traído de Constantinopla y cuyos capiteles fueron primorosamente tallados. Aunque la joya de la basílica se encuentra en el ábside y en el arco triunfal: sus mosaicos, poblados de hieráticos personajes sobre fondo dorado. Atraviese el magnífico atrio para subir al campanil y disfrutar de las vistas.