La opinión de la Guía Michelin
Este monasterio de canónigos agustinos se fundó en 1504, aunque el conjunto de los edificios fueron reformados según los preceptos del Barroco a finales del s. XVII. El prior quiso que la iglesia abacial se pareciera a San Pedro de Roma, lo que explica sus imponentes dimensiones, ciertamente algo insólitas si se tiene en cuenta el tamaño de la congregación. Los frescos de la cúpula y de la nave fueron realizados por Matthias von Görz, cuyo estilo se caracteriza por su gran colorido, su luminosidad y una gran maestría para los trampantojos.