El templo se alza, solitario, en el extremo sudoeste de la península de Bukit, al final de un abrupto promontorio (uluwatu significa «en la cima de las rocas»), encaramado a más de 200m sobre el océano. Dedicado a las divinidades marinas, es uno de los nueve templos direccionales y uno de los seis santuarios de Bali más venerados de la isla. La vista de los acantilados y de la costa salvaje, donde las olas rompen con un ruido atronador, es sobrecogedora. Tenga cuidado con los monos que merodean por el lugar y vigile sus objetos personales...