La fortaleza de Akershus se alza frente al fiordo de Oslo por encima del puerto en el que amarran veleros antiguos y, en ocasiones, inmensos buques. Contemple sin prisas la panorámica y las arboladas islas que afloran del agua a los lejos. La ensenada está cerrada a la derecha por los antiguos astilleros de Aker Brygge y Tjuvholmen, transformados en barrios a la última con cafés, restaurantes, cines, etc.