Con su maravilloso casquete blanco visible desde varias decenas de kilómetros a la redonda, el glaciar de Snæfellsjökull es el plato fuerte de este parque repleto de curiosidades que iremos descubriendo durante todo el recorrido. Campos de lava, acantilados de basalto, conos volcánicos, dunas de fina arena, nieves eternas... una increíble variedad de fenómenos naturales que se ven ensalzados por la belleza del litoral y la riqueza de la flora y la fauna. Aquí situó Julio Verne el inicio de su Viaje al centro de la tierra.