El jardín Koraku ocupa un banco de arena en medio del río Asahi, el cual se adentra en el parque formando serpenteantes meandros y adormeciéndose en el lecho de estanques de los que sale convertido en cascada. Plantaciones de té, arboledas de ciruelos y cerezos, casas de té al borde del agua y mil y una delicadezas y curiosidades (santuarios, teatro nô, pajarera) convierten este jardín imaginado por el señor Ikeda Tsunamasa en 1700 en uno de los cuatro más bellos de Japón.