Las murallas datan de la época morisca y fueron parcialmente restauradas en los ss. XII, XIII y XVI. La parte norte, la más elevada, está ocupada por la torre del homenaje y las altas torres del castillo. El recorrido por el camino de ronda ofrece vistas formidables de la ciudad fortificada, sus casas blancas realzadas de azul o amarillo, y los alrededores.