La opinión de la Guía Michelin
De origen gótico (fíjese en la cabecera con contrafuertes que aún conserva la estructura original), la iglesia adyacente al monasterio fue reconstruida y ampliada en estilo barroco entre 1719 y 1763: se restauró la fachada, se le añadieron las capillas laterales y se levantó el campanario. La decoración interior es extraordinaria: destacan el espectacular púlpito, el rico retablo del altar mayor decorado con una pintura de Ivan Garikovac y, a la derecha, una fabulosa tribuna dorada del más puro estilo barroco.