La opinión de la Guía Michelin
La historia de la catedral del Cristo Salvador, tan compleja como una novela rusa, evoca los grandes momentos de la historia del país: Alejandro I encargó el proyecto tras la victoria frente al ejército de Napoleón; las obras se iniciaron en 1839 y se terminaron en 1883; Stalin la destruyó para convertirla en palacio del Sóviet primero y en piscina al aire libre después. Con la recuperación de las prácticas religiosas y el apoyo del alcalde de Moscú, Yuri Lujkov, el templo se reconstruyó fielmente y fue consagrado el 31 de diciembre de 1999.