Si hay algo que distingue al Centro Panruso de Exposiciones es su grandiosidad. La entrada principal, un arco de triunfo monumental, da a una amplia avenida salpicada de fuentes a la que se asoman diferentes pabellones dedicados a la gloria de cada una de las antiguas repúblicas soviéticas. Tras un pasado un tanto convulso, el lugar está siendo sometido a una profunda restauración que pretende devolverle su pasado esplendor (reapertura prevista para finales de 2018).