El palacio de Moritzburg fue originalmente un pabellón de caza de estilo renacentista. A instancias de Federico Augusto I, fue remodelado a fondo a comienzos del s. XVIII por Matthäus D. Pöppelmann. Este edificio se reconoce de inmediato por sus imponentes torres esquineras de color ocre y blanco, los colores por excelencia del barroco sajón. El suntuoso palacio está rodeado por un lago artificial y un parque. En su interior pueden verse numerosos trofeos de caza y porcelana de Meissen, algunas de ellas modeladas por Johann .J. Kaendler y Johann G. Kirchner.