Ciudad moderna
La Guía Verde
La opinión de la Guía Michelin
Después de 1870, Guillermo II encargó al arquitecto berlinés Kröger el reordenamiento urbano de Metz, ciudad que quería prestigiosa y alemana. El barrio imperial, por aquel entonces de nueva planta, creció alrededor de la amplia avenida Foch, la estación y otros edificios administrativos. Para su construcción, se optó por la arenisca rosa o gris, el granito y el basalto, materiales que rompían el monopolio de la piedra amarilla de Jaumont hasta entonces predominante en la ciudad. El resultado es un auténtico muestrario de estilos: gótico, románico, renacentista, modernista...
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