La opinión de la Guía Michelin
Inaugurado en 1926, aunque no se abrió al público hasta el 2001, el funicular más empinado del mundo parece una montaña rusa. En tan sólo diez minutos y a un ritmo vertiginoso sube hasta el lago de Gelmer (Gelmersee), que se encuentra encajonado en la montaña. Una vez arriba, podrá optar entre rodear el lago (1h45) o dar un paseo hasta el refugio de Gelmer (Gelmerhütte, 2 h).