Sigue siendo una gran excursión. Unas pequeñas locomotoras de vapor, inclinadas para mantener el nivel de las calderas de carbón, arrastraban los trenes, subiendo la cara este de la montaña. Ahora han sido reemplazadas por modelos diesel-eléctricos (finales abr.-primeros nov., ida y vuelta 3h con una parada de 30min en la cumbre). El tren sube más de 1.980m por una serie de pendientes. Marmotas y muflones retozan y brincan ente las rocas.