Conserva las primeras viviendas civiles conocidas hasta ahora. Antiguo pueblo que constituye una fuente de información valiosísima sobre los «hombres de la tumba», artesanos de las dinastías XIX y XX. Las cofradías habilitadas para construir los sepulcros reales del Valle de los Reyes (cavadores, escayolistas, dibujantes, escultores, pintores) trabajaban a las órdenes del visir. También construyeron sus propias tumbas, tres de las cuales pueden visitarse (tumbas de Sennedjem, de Inerkhau y de Pashed); conservan bellas pinturas que evocan la vida de los difuntos.