Integrados en las obras de defensa de la ciudad y cerrados de noche, en los cuerpos de guardia se exponían, plantadas en picas, las cabezas de los traidores, como ocurrió con la de Tomás Moro (1535). Reconstruido en granito en 1831 por John Rennie, el puente de Londres fue nuevamente desmontado en 1969, debido a su estrechez, y vendido a los americanos quienes lo montaron en Arizona. El puente actual, terminado en 1973, se convirtió así en uno de los más modernos de Londres.