Este museo acondicionado en el antiguo palacio episcopal y hoy totalmente reorganizado es uno de los museos franceses más interesantes fuera de París. Su museografía contemporánea sabe sacar todo el partido de las obras expuestas, divididas en cinco secciones: colección lapidaria, galería egipcia, departamento de historia de Limoges, sección de bellas artes (pintura y escultura) y una excepcional colección de esmaltes con más de 500 piezas.