La opinión de la Guía Michelin
La abadía del Thoronet ofrece a todo aquel que viene a visitarla un momento de serenidad. Situada entre un río y un manantial, la abadía surge entre las encinas en un enclave agreste y solitario que concuerda perfectamente con la austera regla de san Bernardo. De las tres abadías cistercienses de Provenza -las dos otras son Sénanque y Silvacane-, ésta es la más antigua. Por la belleza de la iglesia y el claustro, y la magnificencia del conjunto, del s. XII y perfectamente conservado, la abadía está considerada una de las joyas arquitectónicas de la Orden del Císter.