Estas tierras rudas y agrestes (seriamente afectadas por el terremoto de abril de 2009), sorprende por la inmensidad y variedad de sus paisajes, con una superficie de casi 11.000 km2. Fenómenos kársticos, bosques, mesetas desérticas y fértiles pastos se combinan en sus cuatro parques nacionales: de norte a sur, el Parque Nacional del Gran Sasso e Monti della Laga; el Parque Regional de Sirente y de Velino; más al este, el de La Majella y, finalmente, el Parque Nacional de los Abruzos. Además de sus 140 km de playas (en la ladera oriental), muy concurridas en verano.