La opinión de la Guía Michelin
En un imponente circo de montañas de la isla de Citera encontramos los vestigios de una ciudadela bizantina, antigua capital de la isla, edificada a partir del s. XII. Llegó a contar hasta con 70 iglesias y la vida transcurría apacible hasta que el pirata Barbarroja desembarcó en 1537 y la destruyó casi por completo.