La planta de estrella de este fuerte construido en el s. XVII con motivo de una campaña de fortificación de la bahía recuerda las ciudadelas de Vauban. El recinto consta de dos enormes bastiones y encierra en su interior una auténtica ciudad. El fuerte estuvo bajo control inglés hasta 1922, año en que la ciudad fue entregada a los irlandeses. Aunque en ruinas, las edificaciones respiran la atmósfera grave de los destacamentos expuestos a todo tipo de ataque. Sus murallas ofrecen bellas vistas de Kinsale y el estuario. Pasado el fuerte se llega a un agradable sendero costero que permite llegar hasta la punta bordeando la bocana.