Este templo del s. XII parcialmente en ruinas conserva bellos elementos arquitectónicos, entre ellos los capiteles con personajes labrados. Los altorrelieves que decoran las lápidas del interior (s. XIV) representan efigies de obispos. Las piezas más interesantes son tres grandes cruces visibles por fuera del edificio, entre ellas la célebre Doorty's Cross. En el flanco este se distingue un obispo de pie por encima de otros dos personajes y en el flanco oeste, casi irreconocible, se adivina un Cristo.