La opinión de la Guía Michelin
Este recinto perdido entre la maleza de unos remotos y olvidados parajes suspendidos fue al parecer la ciudad sagrada de los tracios, sobre la que aún planean las sombras del mítico rey Orfeo y de Alejandro Magno, y un santuario consagrado a Dionisos. Antes de nada observe la configuración del entorno: una gran escalera labrada en la roca conduce hasta el palacio real, dominado por la Acrópolis. Luego, un sendero le llevará hasta las ruinas del palacio pequeño.