El monte Kagami se cubre totalmente de azaleas y cerezos en primavera. La plataforma de observación de su cima (284 m) ofrece una inmejorable panorámica de la bahía de Karatsu y las islas de Takeshima, Kashiwa y Oki. A 10 min a pie, la estatua de la princesa Sayo mira al mar de Genkai desde lo alto de su roca. Según la leyenda, la joven quedó petrificada de tanto rezar por su amado, el general Otomo, después de que este se marchara a hacer la guerra en Corea.