Debido a su posición estratégica, el castillo de Kalmar era conocido como "la llave de Suecia" en la época en la que el sur de Suecia estaba tomado por los daneses. El torreón primitivo (s. XII) formaba parte de una línea defensiva que iba de la isla de Öland a la costa. El rey Gustavo Vasa reforzó las fortificaciones en el s. XVI y reconstruyó el castillo, tras lo cual sus hijos redecoraron el interior en estilo renacentista. No se pierda los espléndidos aposentos de gala ni el suntuoso dormitorio del rey Erico.