La opinión de la Guía Michelin
La punta de los Castillos propiamente dicha es la estrecha península que se adentra en el Atlántico en el extremo sureste de Grande-Terre. El nombre de este grandioso paraje hace referencia a las caprichosas formas con las que el viento ha modelado las rocas, que recuerdan por momentos a algunos paisajes bretones. Tenga cuidado en no acercarse al borde de los acantilados. El baño en esta zona es muy peligroso a causa de las corrientes. Si acaso, opte por la vertiente norte de la península.