Hvar es la más cotizada de las islas situadas al sur de Split y una de las metas preferidas de los propietarios de yates. Y es que la ciudad de Hvar tiene muchísimo encanto con sus escalonadas callejuelas repletas de antiguos palacios y venerables casas de piedra, sus bares y restaurantes primorosamente montados, y su ambiente distendido. El resto de la isla es bastante diferente... y mucho más tranquilo: encantadores puertecitos, pueblos un tanto adormecidos, campos de lavanda y estupendos viñedos.