Construido en el s. XIII y destruido a principios del s. XVIII, este castillo ha sido sometido a varias campañas de conservación que nos permiten apreciar hoy su gran valor histórico. Además nos ofrece unas magníficas vistas de las colinas aledañas y las protegidas viñas del macizo de Cserhat. Los frondosos y placidos alrededores del castillo son perfectos para hacer un picnic.