Esta presa de gravedad situada a 2.365 m de altitud es la mayor obra de ingeniería realizada en Suiza. Para captar el agua del deshielo a los pies del Cervino hubo que horadar un centenar de kilómetros de galerías. El agua se conduce hasta la central de Fionnay y hasta las de Riddes-Nendaz y Chandoline, en el valle del Ródano. Con esta operación la producción hidroeléctrica de Suiza se ha incrementado en 1.600 millones de kWh.